Recopilar información en forma de trabajo científico es una experiencia excepcional que nos conecta con nuestro entorno. La investigación que sigue está, sin embargo, íntimamente relacionada con la cultura del científico y del coleccionista. Cómo “vemos” datos y especímenes es tanto una tarea científica e impersonal como una tarea culturalmente dependiente. Los museos pretenden dictar un canon y un dogma de la verdad y, sin embargo, con el paso del tiempo, las muestras son más valiosas como documentos de una determinada mirada cultural que como ejemplos de un determinado tipo. Los museos de Historia natural y de Medicina son quizás los mejores ejemplos de esta transformación, en la que la resonancia del individuo y de una determinada época crece con el tiempo.
Naturalezas históricas ofrece una mirada hacia el interior de las colecciones de historia natural de distintas ciudades y se refiere a la inversión de la relación entre tipo y ejemplo, entre individuo y muestra. Naturalezas históricas utiliza una aproximación formal, íntima y serena en blanco y negro y color para invitar al ojo a gozar de la exquisita belleza de la yuxtaposición de cultura y naturaleza, del recipiente y del rastro.
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