Las fotografías de Paisajes Embrionarios (Actar, 2001) muestran abstracciones visuales del mundo embrionario en blanco y negro. Las imágenes revelan detalles y partes de embriones no-humanos en evolución. Estas abstracciones biomórficas despiertan nuestra curiosidad a través de la sorpresa que generan, al no poder ser inmediatamente situadas en un contexto o en una magnitud. De hecho, estas imágenes carecen de referentes como el color o la escala. Los títulos son 1 o un número primero, lo que quiere decir que cada una de ellas es única, pero que a la vez hay una infinidad de posibilidades.
Paisajes Embrionarios cuestiona nuestro modo de comprender la naturaleza a través de sus múltiples capas de información, desde las puramente estéticas a otras con contenidos conceptuales, empíricos o científicos. Estas imágenes, sin embargo, no son documentos que pretendan revelar realidades científicas -a pesar de que conservan múltiples capas de información y que permitan múltiples niveles de relación.
Las imágenes son abstracciones seductoras y sutiles en blanco y negro, como las de nuestros sueños.
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